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El Purgatorio

Llueven lágrimas

o más bien llovieron. Ayer fue un día raro, hablé con la Juana y con la Lola, estaban tristes, siempre se está triste cuando no se sabe si se es amado. Luego estaba el SexyBruixo me envió una Epístola, es la segunda, me va contando de mi vida a cuenta gotas, ¿será que no quiere que me asuste? psst, si lo viví, ¿cómo me dará miedo recordarlo?, en fin, sé que lo hace por mi bien, está dispuesto a ayudarme, la pregunta es ¿me podrá ayudar de mi misma?, ni siquiera estoy muy segura de querer eso, me habló del hombre que espero, de mi papá, de los ojos tristes que cargo y prometió que me daría una buena dieta y un tratamiento para mantener los pechos firmes, jajaj, eso me dió risa, es bueno reir llorando y viceversa. Como si fuera poco el dedo en la llaga, York tuvo un ataque de nostalgia, de esos en donde te dice todo lo que se dañó con la separación, todos los sueños que se fueron a pique y me abrazó llorando, tambien lo abracé, tambien lloré...deben ser las hormonas pensé al final del día, no soy de mucho lloriquear, pero unos días al mes, no hay quien me detenga. Ayer, llovió, afuera y adentro de mi casa.

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